COMUNICADO No 4 DE LA REPRESENTACION PROFESIONAL AL CONSEJO SUPERIOR

viernes, 14 de agosto de 2009


El Consejo Superior de la Universidad del Atlántico, ha hecho llegar a pepecomenta, la comunicación que a continuación se transcribe.
Los Vicerrectores y Decanos son de libre nombramiento y remoción. La diferencia es que los primeros dependen de rectoría; los otros del Consejo Superior. De pronto, los Decanos son designados con más criterios de selección porque deben reunir algunas condiciones en su hoja de vida y presentar plan de gestión con su respectivo cronograma. Por otra, parte cada cual “será evaluado anualmente por el consejo superior para establecer continuidad o no en el cargo” (Art.40, Estatuto general).

El nombramiento o cambio de los Vicerrectores generalmente obedece a los repartos de cuotas de poder que se le imponen al rector(a), como se planteó recientemente en el escándalo protagonizado en la Asamblea Departamental y divulgado por la prensa, la radio y la TV, de ingrata recordación en la comunidad académica y en la ciudadanía.

En el Consejo Superior cursa un Proyecto de Acuerdo aprobado en primer debate y que es urgente retrotraer en las actuales circunstancias; proyecto por medio del cual se establece que sea ese organismo quien designe a los Vicerrectores para que esas instancias estén mejor blindadas contra la rebatiña de las mamandurrias politiqueras. Para ese festín está el resto de cargos que no son verdaderamente universitarios y que dependen de la pluma del nominador(a) de turno. Que son bastantes; para que no se sigan metiendo impúdicamente en el Alma Mater como lo hacen en el tránsito, ejemplo sin par en esta ciudad. Cualesquiera coge un pito, hace un comparendo o se enriquece con los “cruces” que la inmoralidad crónica les permite y hasta le tolera como algo “normal”. Pero ese basurero es de los consabidos buitres, no nos pertenece. La universidad, el Alma Mater (Madre del Alma es otra cosa).

Es por esto que solicitamos públicamente, se incluya en el orden del día de la próxima reunión, el segundo debate para aprobar dicho proyecto de acuerdo y que por fin esos cargos obtengan su debida dignidad y puedan recaer en hombres o mujeres de probada y comprobada trayectoria y sentido de pertenecía institucional, y realmente coadyuven a la rectoría en la búsqueda de un mejor bienestar académico en general y no al despilfarro, la desidia y la inoperancia.

Igualmente, tal y como lo exige el Estatuto General de la Universidad, los Decanos ya agotaron el año y debe cumplirse con el mandato estatutario de la evaluación. Los índices de gestión y los cronogramas serán los que determinen su continuidad o no al frente de las facultades. Aquí no se trata de que suene la flauta, como en la fábula de Samaniego.
Tenemos conocimiento que algunos Decanos han mostrado y demostrado ser un fiasco completo: Quelonios, Pazguatos, inútiles. O, tal vez, la figura del “Decano” ya no tiene razón de existir en la “nueva universidad”, por la centralización y concentración de poderes en las “Vices”. En “Ciencias Económicas”, el Decano no existe desde hace ratos pero, gracias a sus profesores, funciona; y así “ad-nauseam”; por ello se dedican a devengar el sobresueldo sin trabajar, hacen ostentación de poder, pero cero actividad. Hay que revisar. De ser así habría la necesidad de suprimirlas y dejar solo a los directores de programas. No vemos otra alternativa, si la hay, por parte de cualquier parte, favor señálennosla. Universitariamente.


JOSÉ BOLAÑO DE LA HOZ – JOSÉ GABRIEL COLEY


Representación Profesoral Consejo Superior Universidad del Atlántico
Barranquilla Agosto 6 - 09