LA APARICION DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

viernes, 11 de diciembre de 2009

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  La Virgen de Guadalupe y el Indio Juan Diego

La efigie revela un embarazo, que se puede percibir a través del estetoscopio: Sus ojos, sus facciones y su expresión aún siguen siendo un enigma para la ciencia.

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La historia de la aparición de la Virgen de Guadalupe en México, en el cerro del Tepeyac, es bastante conocida. Ella se le apareció tres veces al indio Juan Diego y éste se lo contó al jerarca eclesiástico, Fray Juan de Zumárraga.

El fraile le pidió una prueba del milagro, y por eso Juan Diego, la tercera que vez que se le presentó la maravillosa figura, le expuso la petición del sacerdote. La señora le dijo que recogiera unas rosas. que –de manera taumatúrgica- crecieron en esa zona semidesértica. “Estas flores serán la prueba”, le dijo al indio.

Es evidente que las flores ya eran una prueba. En esa zona tan seca y en pleno invierno del norte, era imposible que pudieran darse. No obstante, cuando el indio llegó donde el padre Fray Zumárraga a mostrar el prodigio, se encontró con la sorpresa de que había otra demostración-

En la túnica donde recogió las flores –tilma, le llaman los aborígenes- estaba impresa la imagen de la hermosa mujer.

El misterio en los ojos

Mucho se ha escrito sobre el misterio de los ojos de la aparición. Los científicos saben ya que al acercársele la luz, las pupilas de la imagen se contraen y al retirársele, vuelven a dilatarse. Es decir, como si se tratara de un sér vivo.

También se conoce que la imagen de Juan Diego aparece con los tres efectos de refracción´que se registran en los ojos de una persona, cuando ésta mira algo. Este fenómeno, aún hoy en día, no puede ser dibujado por un pincel. Además, el hombre sólo conoció el triple efecto de la refracción oftalmológica, muchos años después de la aparición del Tepeyac en 1531.

La túnica donde está impresa la efigie presenta otras particularidades: el tejido en tela basta, muestra un estado de preservación que no puede ser logrado por manos humas, es sobrenatural. Además, de forma por demás extraña, ocurra lo que ocurra en el ambiente externo, la tilma conserva siempre la misma temperatura. 35.5 grados, la temperatura de un cuerpo vivo.

Pero…¿Es en verdad la Virgen María del catolicismo?

La Iglesia Católica, tan reacia a aceptar estos hechos prodigiosos, no tuvo más remedio que declararla como “algo divino y real”. Es decir, aceptaron que es una aparición que proviene de Dios.

Los análisis digitales hechos por la NASA, revelan algo más misterioso. Los colores en que está impresa la túnica, no fueron elaborados en la Tierra. Por tanto, es imposible hablar de una farsa. Lo que está en la túnica es real y no hace parte de lo conocido.

La protagonista de la visión de Juan Diego, está embarazada. En su vientre se incuba una cuyas, cuyas pulsaciones son de 115 por minuto, detectadas a través de un sofisticado estetoscopio digital.

No obstante, las manos y el rostro de la aparición, han sido alargados por manos humanas. La imagen original, refleja el rostro de una clásica aborigen de la región, al que se le han añadido trazos, para desfigurarla y hacerla aparecer como alguien de la raza blanca-

¿Quién hizo esto? No se sabe. Pero sí se nota de manera inequívoca que sse pretendió con clara intención, desfigurar los rasgos originales.

Entonces…¿Qué espíritu se apareció ante Juan Diego? Si no es la Virgen maría, como pretenden los teólogos…Entonces ¿A quién corresponde la efigie.

Los aborígenes mejicanos tienen a la Madre Azteca, que simboliza la fertilidad de la tierra. Se le representa como a una mujer encinta, de rodillas, en acto de dar a luz. Más o menos como representaban los habitantes de los alrededores de la Judea bíblica a Astarté, la diosa de la agricultura, o como la Diosa de la Tierra de los celtas, cuyas esculturas siempre eran escondidas en cuevas, como se ha demostrado en diversos hallazgos druidas en Escocia, Irlanda, Inglaterra y la propia España.

Según algunos historiadores, Juan Diego le habría dicho a Fray Juan de Zumárraga que se trataba de Coatlatlópetl, que en lengua náhuatl quiere decir algo parecido a Diosa de la Tierra y de las Flores. Ante la imposibilidad de los iberos de pronunciar la complicada unión tl y por similitudes fonéticas, decidieron llamarla Guadalupe. En España se celebran dos advocaciones de la Virgen de Guadalupe en Extremadura y Tenerife. Era válido darle ese nombre.

Es una fiesta nacional en todo el territorio mejicano, y se celebra el 12 de diciembre.